Viena en ruinas. 1947. La primera imagen de El tercer hombre sitúa al espectador en un contexto bélico atenuado únicamente por la rítmica melodía que el griego Anton Karas creó para el film, y que perduraría en la historia del cine. El director de cine británico Carol Reed no pudo haber reflejado mejor el escenario que Graham Green dibujó en la enrevesada novela llevada al séptimo arte.
El mercado negro estaba a la orden del día en los momentos más crudos de la posguerra, dos años después del fin de la Segunda Guerra Mundial. Y una Viena dividida en las cuatro zonas aliadas era el contexto perfecto para traficar con sacarina, azúcar, whiskey e incluso penicilina, momentos presentes en toda la película.
En el film, Joseph Cotten encarna a “Holly” Martins, un escritor norteamericano de novelas de suspense, que al llegar a Viena descubre que su fiel amigo Harry Lime (Orson Welles) ha muerto. Martins comienza a investigar las causas de su fallecimiento, como los personajes de las novelas que escribe, conducido por las misteriosas declaraciones de la antigua amante de Lime, Anna (Alida Valli) y del policía encargado del caso, Calloway (Trevor Howard).
El suspense inherente en todo el film mantiene en vilo al espectador
El suspense inherente en todo el film mantiene en vilo al espectador, sobre todo gracias a la fotografía en blanco y negro, por la que Robert Krasker resultó ganador del Oscar en 1951. Sin ella no habría sido posible la realización casi perfecta de la escena de la persecución por las cloacas vienesas, que genera un juego de luces y sombras acorde con el halo misterioso de la película.
Pero el momento estelar de El tercer hombre es la aparición de Harry Lime, interpretado por un Orson Welles exultante, así como su conversación con Martins en la noria, ahora convertida en emblema vienés. Y es que la figura de Welles está presente en todo el film a pesar de no aparecer hasta los últimos momentos, en la que se considera la mejor presentación de un personaje en la historia del cine. Ahora ya sabemos quién es el tercer hombre.